¿La cultura de la farándula o la farándula como cultura? – Acento

“La tolerancia llegará a tal nivel que las personas inteligentes tendrán prohibido pensar para no ofender a los imbéciles”.Dostoyevsky.

El gobierno del presidente Luis Abinader no nos deja de sorprender y eso en apenas un año. Es como en aquellas películas húngaras de los años 70, donde no pasa nada por un largo tiempo y de repente nos lleva a una catarsis en un breve espacio temporal de sucesiones absurdas. Mas todo está programado por si acaso algo sale mal, pues ahí están los allanamientos para divertirnos un poco.

Me motiva este escrito para traer el razonamiento crítico <La tolerancia llegará a tal nivel que las personas inteligentes tendrán prohibido pensar para no ofender a los imbéciles> de Fiódor Mijáilovich Dostoyevsky, y es la razón porque lo cito.  Una de las desgracias de la cultura en República Dominicana, es que casi siempre -por no decir siempre- se adjudica el mandato al Ministerio de Cultura a las personas menos capacitadas en el complejo mundo intelectual.

Y con similares andrajos de mediocridad pseudointelectual nos movemos en un país, que confunde el circo farandulero con el hacer cultural. Pero no es de extrañarse, cuando el mismo presidente Abinader obvió con su silencio el tema cultura en sus discursos del 27 de febrero y del 18 de agosto. Empero no lo acabo de entender, ya que el asunto de la cultura está definido en el programa de gobierno que el mismo presidente Abinader presentó durante la campaña electoral del pasado año. (ver Lineamientos del PRM cap. 15. pág. 77-88)

“Marca país” fue uno de los puntos cardinales en la brújula esperanzadora del gobierno del cambio. < ¿Cómo se puede hablar de marca país sin identidad cultural?> Quizá, dando luego una explicación inexplicable porque a un pueblo inculto se le lleva a los apriscos de la manipulación. Las causas de los desaciertos del gobierno son intrínsecas a su distanciamiento de sus compromisos electorales y la falta de implementación de los lineamientos programáticos.

Tenemos un Ministerio De Educación endeble y un ministro corrupto con ambiciones insensatas. La enseñanza fue una de las prioridades del discurso en la toma de posesión del presidente Abinader, y al parecer ya no hay lugar para ella.

El Ministerio de Relaciones Exteriores aún no se deshace de las piltrafas del gobierno anterior y el canciller se ufana por haber eliminado la mayoría de las botellas que cobraban en esa institución. Sin embargo, ahora los consulados y las embajadas se han infestado con muchos ineptos y un personal de moral cuestionable que en nada contribuye a la consolidación de los planes desarrollistas que pretende impulsar el jefe del Estado.

Lo que parecía ser un gobierno del cambio electo por la voluntad del pueblo, hoy es una casta más de “intocables “. Toda esta forma de gobernar a nuestro país carece de invención alguna y es una patente realidad en nuestra yerma piel de caimán en la trastienda del retrato grotesco de una novela garciamarquiana; entre cuyas entretelas funciona la ignorancia, el amiguísimo, el clientelismo, el engaño, el descontrol presupuestario y el dar beneficios y privilegios a los afines. Mientras se reparten prebendas entre familiares la mediocridad asume el papel del destino nacional y el dinero se desvanece como la arena en las manos y las promesas de transparencia quedan detrás de los bastidores.

Hace unos días el presidente Luis Abinader sustituyó a la actual controversial ministra de cultura por otra mujer independientemente de su perfil curricular. < ¿Acaso para que las feministas no gimoteen en su eterno desvelo por el género? > Si comparamos dicho movimiento en el tablero del gabinete, pues el barniz intelectual es desplazado por la farándula y espectáculo de mal gusto. Suficiente falta de respeto a la importancia de la cultura. No obstante, es menester enfatizar que la alcurnia, la procedencia y la estirpe es inmutable porque en nuestro país los únicos meritorios no son los capaces, sino “los bien nacidos”