Los ministros de Defensa de Alemania, Estados Unidos y otros países occidentales debaten la entrega o no de carros de combate a Zelenski
La reunión de los responsables de defensa de la OTAN y otros países aliados en la base de Estados Unidos en Alemania, en Ramstein, se presenta determinante para el gobierno de Kiev para el futuro desarrollo de la guerra de Ucrania de la que se cumplen hoy 331 días. Horas antes, el presidente ucraniano, Volodomir Zelenski, declaró que esperaba “decisiones firmes”.
Berlín tiene poder de veto sobre cualquier decisión de exportar los tanques de combate Leopard 2 y el gobierno del canciller Olaf Scholz se ha mostrado hasta ahora reacio a autorizarlo por temor a provocar a Rusia. Moscú ha dicho en repetidas ocasiones que las transferencias de armas occidentales prolongarían el conflicto y aumentarían el sufrimiento en Ucrania.
Hasta ahora, tanto Ucrania como Rusia han confiado principalmente en los tanques T-72 de la era soviética, que han sido destruidos por centenares durante la guerra que el presidente ruso Vladimir Putin inició el pasado 24 de febrero, calificándola de “operación militar especial” para proteger a Rusia y a los rusoparlantes.
El director de la CIA, William Burns, mantuvo una reunión secreta en Kiev con Zelenski. La nueva ayuda militar de EEUU a Ucrania incluye 59 vehículos de combate Bradley y 90 vehículos blindados de transporte de tropas Stryker y no incluye tanques Abrams. Berlín dijo que avanzaría con los tanques Leopard si Washington accedía a enviar tanques Abrams. El desafío logístico puede marcar el éxito o el fracaso de esta ofensiva blindada.
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