Tres tiroteos en menos de 24 horas en Estados Unidos – La Vanguardia

Siete personas han muerto y cinco han resultado heridas en tiroteos en Estados Unidos en solo 24 horas. Los tiroteos se han producido en lugares públicos, por atacantes solitarios y solo uno de ellos ha sido detenido.

En Shreveport, Louisiana, un hombre ha disparado en una licorería de una de las avenidas de la ciudad. Cinco personas han sido hospitalizadas, algunas con pronóstico grave. La policía local no ha dado más detalles del suceso ni de la identidad del atacante.

Aumento de los ataques

La oleada de tiroteos llega días después de la masacre en el almacén  de FedEx

Horas antes, tres personas eran asesinadas en un centro comercial de Austin, Texas, en un ataque similar al de Lousiana. El sospechoso del tiroteo, un exdetective del condado, ha conseguido escapar. “Existe la posibilidad de que tome rehenes y se refugie en algún lugar a esperar que nos vayamos”, afirmaba el jefe de la policía de Austin, Joseph Chacon.

En Wisconsin, tres personas murieron y dos fueron gravemente heridas en el interior de una taberna, de la que consiguió huir. En este caso, las autoridades sostienen que no fue una ataque indiscriminado, sino “que el atacante sabía quién era su objetivo”, según el Sheriff David Beth.

A favor de un mayor control

Dos tercios de los estadounidenses están a favor de un mayor control de la venta

Estos ataques se unen a la matanza en un almacén de FedEx la semana pasada, en la que murieron ocho personas. Desde su llegada a la Casa Blanca, Joe Biden ha tratado de atajar el problema con las armas sin mucho éxito.

Un par de semanas atrás, el presidente aprobó una ley ejecutiva para limitar la venta de piezas necesarias para las “armas fantasmas”, pistolas de fabricación caseras sin número de serie ni control. 

La frecuencia de estos tiroteos masivos ha aumentado la alarma social y algunos medios ya hacen referencia a una “epidemia de violencia”. Sin embargo, según una encuesta realizada por Ipsos y USA Today, dos tercios de los estadounidenses están a favor de un mayor control de la venta, aunque la mayoría están en contra de su total prohibición.