Productividad, en niveles impensables de la mano de la tecnología – ElTiempo.com

Es curiosa la evolución que han tenido los celulares a lo largo de los años. Recuerdo el primero como si fuera ayer. Tenía 18 años y estaba en la universidad. Era un ladrillo maravilloso no por su diseño ni funcionalidades, sino por la emancipación de la tiránica línea fija. El hecho de tenerlo era un acto de emancipación que me permitía, desde cualquier lugar de la ciudad, comunicarme con mi familia y amigos. Es decir, estar conectado 24 horas al día.

Pasaban los años y la única mejora que tenían esos maravillosos aparatos era el tamaño. Cada vez eran más pequeños. Sobre 2001, si mal no estoy, los celulares comenzaron a tener mensajes de texto, pero las funcionalidades aún eran muy básicas. Luego se incorporaron otras mejoras, como la inclusión de una pantalla para poder jugar a la serpiente y funciones varias propias de las entonces agendas electrónicas.

Nunca en esos años pensé cuál sería la evolución de estos aparatos. Sencillamente, las marcas iban presentando innovaciones y nos adaptábamos a ellas. No tengo claro cuando los celulares incorporaron cámara de fotos – ¿finales de la primera década del siglo?, ¿comienzos de la anterior?-, pero cada vez se tornaban en máquinas más completas.

El hecho es que solo hasta hace un par de años comencé a entender la descomunal evolución que han tenido los móviles para convertirse hoy en la herramienta complementaria más importante de nuestras vidas, inclusive por encima de los computadores portátiles. Hoy no se entiende lo que somos y hacemos como humanos sin un celular.

Si bien este aún no ha superado al computador, estamos a la vuelta de la esquina de que ello suceda. Podría asegurar, por experiencia propia, que Samsung es el que está más cerca de lograrlo, sobre todo con su versión Galaxy Note de celulares de alta gama.

Hace tres años, el 100 por ciento de mis actividades laborales las realizaba con el computador: mis presentaciones, la edición de videos y la escritura y corrección de artículos. Hoy el panorama es distinto. El 70 por ciento de trabajo lo hago en mi celular, desde la creación de las presentaciones hasta la grabación, edición, corrección, exportación y publicación de videos. También escribo mis artículos en el Galaxy Note. Como este, por ejemplo.

¿Por qué ese giro? En primer lugar, porque Samsung ha sabido entender las necesidades prácticas de los ejecutivos de volverse más eficientes con su tiempo en el trabajo y en familia. Ese conocimiento los ha llevado a incorporar mejoras que van encaminadas a ello en cada edición nueva de sus Galaxy Note. En segundo lugar, y esto no es crédito de Samsung, la curiosidad personal de ver cómo se le saca el máximo beneficio posible a un aparato que es casi parte de nuestro cuerpo. Esta curiosidad me llevó a conocer cada función del celular para maximizar mi productividad. Lo que uno se encuentra es inimaginable.

El mundo está lleno de opciones, pero muy pocas le ofrecen a uno un universo de productividad, entretenimiento y eficacia que le permitan a uno vivir de manera eficiente en un ecosistema tan vertiginoso como el actual. Samsung es una de ellas. Quizás la única en el presente.