Mientras los bomberos luchaban contra un incendio mortal en Nuevo México, las autoridades mantuvieron las órdenes de evacuación para cerca de 5.000 personas. Se logró restablecer el suministro eléctrico a todos los clientes, salvo unos cientos.
La madre de Douglas Siddens era una de las personas que sobrevivió con lo puesto al letal incendio forestal avivado por el viento que arrasó una comunidad de montaña en el sur del estado.
El parque de casas rodantes donde ella vivía quedó reducido a “rieles de metal y ruedas de acero”, afirmó Douglas Siddens, quien administraba el lugar.
“Tenía como a 10 personas desplazadas. Perdieron sus casas y todo, incluida mi madre”, agregó.
El fuego ha destruido más de 200 viviendas y mató a dos personas desde que se declaró el martes cerca de Ruidoso, una localidad vacacional que atrae a miles de turistas y aficionados a las carreras de caballos cada verano.
Cientos de casas y cabañas de verano salpican las laderas de las montañas que la rodean. El parque de casas rodantes que dirigía Siddens está cerca del lugar donde se encontró a una pareja de ancianos muertos en el exterior de su vivienda calcinada.
Han llegado donaciones de comunidades aledañas que también saben con cuán devastadores pueden ser los incendios forestales.
Fue hace una década que un fuego desatado por relámpagos azotó parte de Ruidoso, provocando el incendio forestal más destructor en la historia de Nuevo México: más de 240 casas destruidas y casi 180 kilómetros cuadrados (70 millas cuadradas) de bosques calcinados.
El viernes, la alcaldesa Lynn Crawford trataba de reanimar a los residentes descorazonados mientras los bomberos trataban de impedir que las llamas volvieran a avanzar hacia la comunidad. Dijo que la respuesta de los vecinos ha sido asombrosa.
“Así que tenemos comida y ropa abundante, todas esas cosas, pero aún apreciamos y necesitamos sus oraciones”, afirmó la alcaldesa en un encuentro con la prensa. “Nuestros corazones están con las familias de los fallecidos, con aquellos que perdieron sus viviendas”.
En otras partes de Estados Unidos, esta semana los equipos de extinción han estado luchando contra grandes fuegos en Texas, Oklahoma y Colorado, donde un incendio nuevo obligó a evacuar el viernes el frente oriental de las Montañas Rocosas cerca de Lyons, a unos 29 kilómetros (18 millas) al norte de Boulder.