Baltimore — El número de muertes por coronavirus en Estados Unidos superó las 400.000, según datos de la Universidad Johns Hopkins.
El reporte fue dado a conocer ocurre en las últimas horas en el cargo del presidente Donald Trump, cuyo manejo de la crisis ha sido juzgado por expertos en salud pública como un fracaso de su administración.
La contabilidad de vidas perdidas, compilado por la Universidad Johns Hopkins, es casi igual al número de estadounidenses muertos en la Segunda Guerra Mundial. Se trata de la población de Tulsa, Oklahoma; Tampa, Florida; o Nueva Orleans. Es equivalente a la multitud que se reunió para el concierto de Woodstock en 1969.
Es poco menos que los 409,000 estadounidenses estimados que murieron en 2019 a causa de episodios cerebrovasculares, Alzheimer, diabetes, gripe y neumonía combinados.
Y el virus no ha terminado con Estados Unidos de ninguna manera, incluso con la llegada de las vacunas que finalmente podrían detener el brote: un modelo ampliamente citado por la Universidad de Washington proyecta que el número de muertos llegará a casi 567,000 para el 1 de mayo.
Se necesitaron cuatro meses para llegar a los primeros 100,000 muertos. Le tomó poco más de un mes pasar de 300,000 a 400,000.