La gira a EU fue para consumo en México – El Financiero

Ha dicho el presidente López Obrador desde hace años que la mejor política exterior es la interior.

Ahora podríamos parafrasearlo señalando que su política exterior como su visita a Washington es sobre todo política interior.

A mi parecer, el objetivo principal -desde luego no el único- de la visita a Washington que realizó hace unos días el presidente López Obrador fue fortalecer su posición interna en México.

No quiere decir lo anterior que no fuera importante el encuentro personal y directo con el presidente Biden. Pero ese no era el objetivo central.

El presidente de los Estados Unidos lo recibió cortésmente, le dio su tiempo y apareció en las usuales fotos con sonrisas que acompañan estas visitas. Pero nada más.

Lo demás, fueron ofertas que difícilmente podrán aterrizarse, aunque pomposamente se constituyan grupos de trabajo para darles seguimiento.

Los temas sustantivos que aparecieron en el Comunicado Conjunto emitido tras la reunión y que tienen que ver sobre todo con los temas fronterizos y algunos compromisos comerciales, obviamente se habían acordado de antemano.

Por ejemplo, aunque se ha querido caricaturizar la inversión de 1 mil 500 millones de dólares de infraestructura fronteriza comprometida por México, como algo equivalente al “Muro de Trump”, diciendo que se arrancó en la visita, la realidad es que se trata de un conjunto de proyectos que en su mayoría tienen que ver con facilitar el tránsito de mercancías más que estar vinculados al paso de personas.

Las obras estaban en cartera y simplemente se encontró la oportunidad para agruparlas y anunciar el paquete.

Lo mismo se puede decir de la compra de leche en polvo y fertilizante. No es algo que se haya ido a negociar a Washington.

Del lado norteamericano, conocimos ya que los empresarios norteamericanos no perdieron la oportunidad y reclamaron respecto a temas energéticos, como ya lo han hecho desde hace tiempo y demandaron otro ambiente de inversión que construya seguridad jurídica.

Pero, la razón por la que acudió el presidente a Washington no fue para escuchar estos reclamos.

Fue para poder construir la narrativa de que, a diferencia del pasado, hoy el presidente mexicano defiende los intereses del país y de los migrantes mexicanos.

Quizás muy diversos mandatarios se hubieran sentido incómodos al recibir las alabanzas del dictador de Venezuela, Nicolás Maduro, quien afirmó: “Nos quitamos el sombrero frente a la gira del presidente López Obrador a Estados Unidos. El aplomo, la seriedad, el equilibrio, la diplomacia, la firmeza, la claridad, las ideas, todas viables para buscar un destino mejor”.

Pero, tenga usted la certeza de que López Obrador se debe haber sentido halagado con estos dichos de Maduro.

En ese sentido, la gira resultó sumamente exitosa en la perspectiva del presidente mexicano.

No importa que se siga acumulando el descontento de los potenciales inversionistas de Estados Unidos o que sigamos perdiendo oportunidades para aprovechar productivamente el proceso de relocalización que han emprendido muchas empresas norteamericanas.

El beneficio es que la clientela, tanto doméstica, como entre los migrantes, del presidente López Obrador, quedó satisfecha con la posición frente a Biden.

Viene para el último trimestre de este año otro capítulo más que no será fácil de lidiar: la reunión conjunta con Biden y Trudeau para abordar temas vinculados con el TMEC.

No sería extraño que antes de ese encuentro, diversas empresas norteamericanas emprendieran acciones legales, en el marco del TMEC, bajo el paraguas de otros acuerdos o incluso en tribunales mexicanos, para reclamar las acciones del gobierno mexicano en materia de energía.

El hecho de que no fuera aprobada la reforma constitucional en materia eléctrica no fue obstáculo para que siguieran tomándose decisiones que crean obstáculos para las empresas.

Y muchos de esos temas inevitablemente saltarán en la reunion trilateral.

El propósito expreso del encuentro será tratar de darle impulso al TMEC para aumentar la competitividad de la región.

Muy loable, pero sin cambios en nuestro país, que no se ven en el horizonte, será muy difícil aprovechar las oportunidades que esta coyuntura nos abre.