Fue este fin de semana que Chilevisión estrenó dos espacios de entretención: Podemos hablar (PH) y La Divina Comida. Los resultados indican que la señal terminó sacando cuentas alegres y que, según comunicadores del espectáculo, dejan entrever los gustos de la audiencia.
PH, conducido por Julián Elfenbein es un programa de conversación y confesiones que el viernes tuvo como invitados a Francisca García-Huidobro, Francisca Undurraga, Juan Falcón, Millaray Viera, Iván Moreira y Julio César Rodríguez.
La Divina Comida, en tanto, es un espacio culinario en el que los participantes deben preparar sus más elaborados platos para lograr ser el mejor anfitrión. En el primer capítulo de esta nueva temporada, emitido el sábado, estuvo Marco Enríquez-Ominami, María José Quiroz, Carlos Díaz y Natalia Duco… aunque también hubo una breve participación de Max Cabezón.
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Según cifras de Chilevisión, PH logró 12,7 puntos de rating en promedio entre las 22:36 y las 01:12. En ese mismo horario, TVN alcanzó 6,4; Mega 8,3 y Canal 13 8,0. La Divina Comida, en tanto, llegó a 15,6, mientras el segundo lugar fue ocupado por Lugares que Hablan de Canal 13, con 11.
“Lo que pasó durante el fin de semana es la confirmación de que el tan vilipendiado periodismo de farándula y de espectáculos está más vigente que nunca”, afirma Hugo Valencia, quien ha enfocado su carrera periodística en esa área.
Primer Plano, Sálvese Quien Pueda (SQP), Secreto a Voces (SAV) e Intrusos, fueron algunos de los programas de farándula que marcaron una época en Chile. Hoy, ninguno de ellos está en pantalla. Sólo queda el Me Late (TV+) en televisión abierta y Zona de Estrellas (Zona Latina) en el cable.
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La visión de la periodista Cecilia Gutiérrez indica que “la gente está ávida de programas de entretención, de poder desconectarse de la contingencia, porque la parrilla está colmada de noticias (…) y necesita distraerse. El éxito de PH y La Divina Comida radica en eso”.
Añade, no obstante, que es una “farándula distinta, porque es contada en primera persona (…) y eso le da un valor, porque son los protagonistas hablando de sus vidas, y lo hace más serio, porque se revela lo que ellos quieren revelar”.
La crisis sanitaria por la pandemia de covid-19, dice la expanelista de programas de espectáculo Macarena Tondreau, jugó un papel fundamental en este tema. “Hay pocos lugares de entretención donde uno se atreva a ir en familia o con la pareja, entonces tratas de distraerte dentro de tu casa. Si tú prendes un canal y tienes la opción de noticias y en el canal de al lado tienes un momento en el que te vas a olvidar de la realidad y vas a pasarlo bien un rato, lo más seguro es que te quedes en ese canal”.
“Lo que hoy se necesita, sin dejar de lado la información, es momentos de distensión. Tal vez no farándula dura (…) pero sí programas de entretención donde la gente se siente a conversar y a reírse”, agrega. Dice que esto marca un regreso de la entretención y el espectáculo, aunque con una “farándula blanca”.
Valencia advierte que pronto, estos espacios, “van a volver a traducirse en programas de pantalla abierta, de farándula, que no son muy distintos a lo que ocurre en una reunión social, un almuerzo, una comida, en la que todo el mundo está comentando un hecho”.
Gutiérrez, por otro lado, es más conservadora y afirma que “todo a su tiempo”. “Yo no haría un llamado ahora a que regrese la farándula y como se está haciendo, paulatinamente, está bien. El país pasó por un proceso complicado con el Estallido Social y la pandemia, así que sería injusto pedirle cambios drásticos a los canales”, asegura.
No obstante, señala que “una cosa no es excluyente de la otra. Puede existir entretención y coexistir con la contingencia. La televisión a veces se ha olvidado de su rol, que no es sólo informar, sino que también entretener”.