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La serie de incendios forestales registrados en los últimos días en California, Oregon y Washington ha logrado destruir varias poblaciones y acabar con la vida de al menos siete ciudadanos.
Las autoridades de Estados Unidos confirmaron este 10 de septiembre la muerte de tres personas a causa de un incendio provocado por un rayo en el norte de California, mientras que en Oregon otras tres personas fallecieron y un niño de un año murió cuando su familia intentaba escapar del fuego en el estado de Washington.
Si bien más de dos docenas de incendios siguieron provocando estragos en varias zonas de California, el estado vecino de Oregon sufre ahora la peor parte.
En cuestión de horas, vientos de fuego de hasta 80 kilómetros por hora cubrieron cientos de casas, mientras los bomberos combatían al menos 35 grandes incendios en diferentes áreas de Oregon.
Varias comunidades de este estado, incluida la ciudad de Detroit, Blue River, Phoenix y Talent resultaron afectadas, dijo la gobernadora Kate Brown en una conferencia de prensa. “Esta podría ser la mayor pérdida de vidas humanas y propiedades debido a los incendios forestales en la historia de nuestro estado”, aseguró la alta funcionaria.
A las afueras de la ciudad de Portland, un menor de edad y su abuela murieron en un incendio forestal y, más al norte, las llamas también asolaron el estado de Washington, donde un niño de un año murió y sus padres sufrieron quemaduras graves al huir de una conflagración en el condado de Okanogan.
Entre tanto, las autoridades del estado de California aseguraron que unas 64.000 personas estaban bajo órdenes de evacuación, mientras que los bomberos intentaban apagar cerca de 28 incendios en partes del estado más poblado de Estados Unidos.
Cerca de un tercio de las personas evacuadas fueron desplazadas solo en el condado de Butte, al norte de Sacramento, donde las llamas han destruido más de 80 mil hectáreas desde el pasado 17 de agosto.
Con reuters y EFE