Especial noticias – ¿Qué le espera a Estados Unidos y al resto del mundo en la ‘era Biden’? – FRANCE 24

Las elecciones presidenciales de Estados Unidos del 3 de noviembre marcaron el fin del mandato de Donald Trump y el 20 de enero el demócrata Joe Biden llegará a la Casa Blanca. Un giro en la política estadounidense que dispara la inevitable pregunta. Informe especial. 

Demócratas y republicanos se han alternado históricamente la administración de la principal potencia del mundo. Dos fuerzas opuestas, con elementos en común, aunque cada vez más antagónicas. Una rivalidad que para algunos se profundizó precisamente durante los cuatro años de Donald Trump en el poder. Ese mandato, para muchos analistas, condujo al surgimiento de un movimiento que profundizó las diferencias al interior del Partido Republicano: el ‘Trumpismo’.

En este sentido, el periodista y analista internacional Eduardo Berezan, sostiene que, si bien no se sabe qué sucederá con el futuro político de Donald Trump, “podemos hablar del ‘Trumpismo’ como una fuerza política que surge de estos cuatro años y que evidentemente se ha puesto a la derecha del Partido Republicano”.

El caudal político de Trump es innegable y casi la mitad del electorado de Estados Unidos es fiel seguidor de su populismo nacionalista. Por eso, el escenario social que enfrentará Biden representa uno de sus principales desafíos: una sociedad profundamente fragmentada, reflejo de otra división, la política.

Un país marcado por una “grieta” social y política

“Durante la ‘era Trump’ se profundizó una grieta entre demócratas y republicanos, vinculada a valores muy diferentes. Los tradicionales valores liberales de los demócratas chocaron contra el ‘Trumpismo’, que aparece como un paraguas aglutinador de diferentes expresiones de extrema derecha y de grupos conservadores”, apunta Berezán.

En esta misma línea, el sociólogo y politólogo, Atilio Borón, afirma que Trump profundizó un antagonismo social que ya existía y que es, según su análisis, más importante que el antagonismo entre demócratas y republicanos. El sociólogo se refiere a “la consolidación de una derecha populista radical y dura que se funde con el supremacismo blanco, proveniente de los sectores del sur del país, y que reedita un clima de división que para muchos analistas estadounidenses evoca el que se existía en vísperas de la guerra de secesión de entre 1861 y 1865”.

“En términos internos, la gran tarea es evitar la grieta, cómo hará para que esa polarización no frene cualquier tipo de política”, señala la periodista y escritora argentina Telma Luzzani.

Miembros de Antifa y Proud Boys se enfrentan en medio de la calle después de la "Marcha del Millón de MAGA" el 14 de noviembre de 2020 en Washington, DC.
Miembros de Antifa y Proud Boys se enfrentan en medio de la calle después de la “Marcha del Millón de MAGA” el 14 de noviembre de 2020 en Washington, DC. AFP – Samuel Corum

El politólogo y analista colombiano Fernando Posada coincide y señala que Estados Unidos atraviesa “el proceso de crisis social y de polarización más profundo de su historia”. Un escenario complejo para Biden, solventado solo por una recién lograda mayoría en el Senado. “La base de electores de Trump es muy radicalizada y el desafío de Biden es incluir a los que no votaron por él”, concluye Posada.

Un gabinete que augura un regreso al multilateralismo

Adentrarse en el análisis del futuro escenario político estadounidense bajo una nueva presidencia, todavía sin medidas concretas y solo con un abanico de propuestas, implica leer qué hay detrás de las primeras acciones y pronunciamientos.

En este sentido, algunos nombramientos para su futuro gabinete hacen delinear cambios verticales tras cuatro años de gobierno republicano. Muchos nombres parecen augurar un retorno a la cooperación internacional, la lucha contra el cambio climático y apertura a la diversidad, entre otros frentes postergados.

Gabinete de Joe Biden. Graficación de France 24
Gabinete de Joe Biden. Graficación de France 24 © France 24 – Gabinete de Joe Biden. Graficación

– Alejandro Mayorkas, secretario de Seguridad Nacional: de ser confirmado por el Congreso, sería el primer latino en liderar ese departamento. 

– Janet Yellen, secretaria del Tesoro: la economista de 74 años sería la primera mujer en llegar a este cargo.

– Avril Haines, directora nacional de Inteligencia: será la mujer que logre el rango más alto en la inteligencia de EE. UU.

– John Kerry, enviado especial para el Cambio Climático: estará al frente de este puesto nuevo dentro del Consejo de Seguridad de la Casa Blanca.

La mayor presencia femenina no es garantía de algo en particular, y en este sentido, Luzzani cita la dureza de la exsecretaria de Estado Condoleezza Rice, aunque destaca que los nombres conocidos hasta el momento tienen amplia experiencia, especialmente durante en la administración Obama e ilustra una apertura al multilateralismo.

Desafíos y propuestas de Joe Biden

Demócratas y republicanos comparten ciertas visiones y en materia de política exterior sus diferencias se tornan más difusas. En este sentido, Biden acompañó con su voto en el Senado las invasiones a Irak y Afganistán. Además, como vicepresidente, avaló las operaciones militares en Libia y Siria. No obstante, las dos caras de la moneda política estadounidense tienen diferencias que se han ido acentuando en los últimos años.

Estas diferencias se podrán traducir en los principales desafíos que Joe Biden enfrentará cuando llegue a la Casa Blanca y respecto de los cuales ya planteó respuestas.

Graficación de France 24 - Desafíos y propuestas de Joe Biden
Graficación de France 24 – Desafíos y propuestas de Joe Biden © France 24 desafíos y propuestas de Joe Biden – Graficaci´n

Un punto en el que coinciden diversos analistas es que el multilateralismo será uno de los principales puntos de diferencia con el gobierno anterior. La pregunta clave es cómo hará Joe Biden para revertir el esquema que Trump modificó tan profundamente.

Para Atilio Borón, “habrá una recomposición de la relación de Estados Unidos con Europa y un algún cambio en la compleja relación con América latina. En ese marco podría haber una relativa suavización de la presión en contra de Cuba y Venezuela”.

Varios analistas coinciden en que el país más afectado de la región latinoamericana bajo el mandato de Biden, será Brasil. Para Borón, probablemente se dé una redefinición del papel del gigante latinoamericano: “Bolsonaro pensaba jugar en las ligas mayores con el aval de Trump, pero Biden no tiene mucha inclinación por él”

En la misma línea apunta el análisis de Eduardo Berezán quien propone que América Latina quedó en el olvido durante la ‘era Trump’ y coincide en que Brasil será uno de los países latinoamericanos que, de alguna manera, saldrá perdiendo bajo la Administración de Biden dado que “Bolsonaro tenía en el republicano un gran aliado”. Esto podría traducirse en un debilitamiento del líder brasileño en la escena mundial.

Cambios y continuidades

Para Atilio Borón, las diferencias entre los dos principales partidos estadounidenses “son de poco calado” y quien tiene los hilos de la política del país no son los líderes de estas formaciones sino que “quien realmente establece las grandes directrices en política doméstica y exterior es lo que algunos politólogos estadounidenses denominan el ‘deep state’ (Estado profundo), esto es la constelación de grupos de intereses, de lobbies, grandes empresas, Wall Street, todos coludidos en una suerte de puerta giratoria donde las personas pasan del Estado a empresas privadas y de estas al Estado”.

Borón sostiene que republicanos y demócratas son básicamente dos partidos conservadores cuya distinción es que los primeros tienen “un ala un poco más progresista, pero no tanto como para admitir a alguien como Bernie Sanders o apoyar a Alexandria Ocasio-Cortez, y un ala más dura promercado”.

Para Telma Luzzani el cambio de vínculos con América Latina será más de formas. Según la escritora, “de fondo no cambiará nada, pero en la forma mucho. Biden podría lograr relaciones más completas y armónicas”.

Las elecciones de 2020 dejan seguramente cambios y continuidades, pero sobre todo interrogantes sobre en qué se traducirá el “nuevo comienzo” anunciado por Biden y su equipo. Sin duda, el gran desafío del nuevo presidente será gobernar un país en el que prácticamente la mitad del electorado es ardiente seguidora del populismo nacionalista de Donald Trump.