De la tienda de la esquina a la industria 4.0: tecnología para un mundo mejor – EL PAÍS

Es indudable que la (r)evolución digital ha cambiado la manera de consumir y producir, desde el hogar hasta los sectores más musculosos de la economía. Los entornos de trabajo poco se parecen a los de hace escasas décadas, y el desarrollo digital de la industria es uno de los retos que la pandemia ha acelerado. Así será la evolución en cada uno de los entornos.

1. La transformación de los consumidores

¿Cómo han cambiado los hábitos de consumo? La transformación digital de los espacios físicos en el sector retail permite maximizar cada visita y mejorar la experiencia del usuario. La analítica de los indicadores de comportamiento y consumo aumentan la eficiencia de los distintos procesos, para cumplir con las necesidades del negocio y la responsabilidad medioambiental.

Experiencia ‘phygital’

El aumento en las compras en línea y los cambios en la forma de desplazarse y consumir en las tiendas físicas plantean el reto de fusionar el espacio físico y el digital. Para ello, es necesario aumentar el conocimiento sobre los clientes y la forma en que realizan el proceso de venta. El objetivo es mejorar su experiencia, para que crezca el número de visitas y la fidelidad y, al mismo tiempo, se incremente la eficiencia y sostenibilidad del negocio.

El sector minorista podría alcanzar sus objetivos para atraer al consumidor offline y online, mejorar la experiencia de compra y sacar el máximo partido al espacio de venta a través de seis pasos.

Claves de la transformación digital
para el sector minorista

Optimización de la comunicación La climatología y el perfil del cliente que acude al punto de venta influyen en los contenidos presentados en los espacios físicos.

Reubicación de los expositores Analizar el grado de atracción de las distintas zonas de la tienda permite aprovechar las áreas de mayor impacto y eliminar las zonas de sombra.

Automatización de los precios La coherencia en los precios aumenta la confianza del consumidor: la automatización en tiempo real y de forma remota de las etiquetas digitales agilizan el proceso y reducen los errores.

Trazabilidad del producto Administrar el inventario y rotación del producto es más eficiente gracias al control en tiempo real del producto desde la fábrica a la tienda.

Creación de ambientes La música y el ‘visual merchandising’ digitalizados permiten personalizar los espacios, en consonancia con la imagen de marca y el comportamiento de compra.

Optimización energética La monitorización y gestión remota de las instalaciones asegura una mejora en la eficiencia energética para reducir el gasto e impacto medioambiental.

2. Nuevos entornos de trabajo

Los cambios laborales y estructurales en los últimos años han llevado a muchas empresas a apostar por el trabajo híbrido —presencial y telemático— y otras han afianzado la experiencia digital en el entorno profesional, de forma segura. La flexibilidad que permiten las últimas tecnologías acentúa los niveles de colaboración, compromiso e innovación, tanto dentro como fuera de la oficina.

Internet de las cosas y espacio de trabajo digital

Uno de los principales retos empresariales consiste en crear un entorno laboral eficiente, donde los empleados puedan disponer de las herramientas digitales basadas en progresos tecnológicos como el internet de las cosas (IoT) y la inteligencia artificial (IA), para trabajar con distintos dispositivos y sistemas operativos en un entorno híbrido. A la mejora en su experiencia de uso se suma el objetivo empresarial de garantizar la ciberseguridad y disparar la productividad, mediante una gestión simple.

Según un estudio de McKinsey Global Institute, la implantación del espacio de trabajo digital (digital workplace) aumenta en un 25% la productividad de los empleados que se sienten conectados, y mejora el compromiso de los trabajadores hacia su empresa. Además, se garantiza la gestión unificada de todos los elementos que rodean al empleado, con modelos de atención proactivos y de autogestión. Todo ello permite mayor eficiencia, con el diseño de un roadmap que lleve a la digitalización del puesto de trabajo.

Un 7% de las pymes y un 18% de las grandes empresas españolas incorporan la IA a sus procesos operativos. El big data, IoT y la tecnología Blockchain cada vez están más presentes en empresas de cualquier tamaño. Gracias a las tecnologías de trabajo colaborativas y al diseño de espacios laborales orientados a mejorar la comunicación y la integración con el teletrabajo, se puede mejorar la eficiencia en el entorno laboral.

3. Próxima revolución industrial

La industria 4.0 representa el salto en el proceso productivo, a través de nuevas tecnologías y herramientas como el análisis e interpretación de datos, la interconectividad, la digitalización y la monitorización de las cadenas de suministros. El presente y futuro industrial pasa por la fábrica inteligente, en la que el proceso automatizado e interconectado permite la aplicación del internet industrial de las cosas (IIoT) y de nuevos estándares de conectividad, cloud, edge computing, digital twins, big data, IoT o Blockchain.

Las soluciones tecnológicas de principio a fin (end to end) en la fábrica implican a toda la cadena de valor, desde la sensórica (sensores inteligentes implicados en la fabricación) y el propio trabajador, hasta plataformas de digitalización industrial —como los sistemas Manufacturing Execution System (MES) / Manufacturing Operations Management (MOM), SCADA, APS/SCM— y soluciones como robotización de instalaciones, mantenimiento predictivo o realidad virtual y aumentada. El objetivo es conseguir una mejora en la eficiencia global de los equipos, a través de la conectividad, el control de procesos y la analítica avanzada.

Según el estudio Smart Industry 4.0 de 2021, el 80% de las empresas considera que la pandemia ha contribuido a acelerar su transformación digital. Para Telefónica Tech, el desarrollo de la fábrica inteligente implica cuatro claves.

La fábrica inteligente

Fabricación flexible y planificación de una demanda inestable Los nuevos modelos de consumo de los clientes y los cambios en la demanda llevan a la necesidad de una fábrica inteligente, capaz de adaptarse en producciones en serie o productos personalizados. Esto permite flexibilizar las cadenas de suministro, para que sean más eficientes e inteligentes, y desarrollar prototipos que agilicen el lanzamiento de nuevos productos.

Mejora en los procesos de calidad Tanto la automatización basada en sensores (‘sensórica’) como la metrología permiten analizar la información relativa a la fábrica, a través de tecnologías de ‘big data’ e IA. Así se puede controlar la calidad, tanto de los materiales como de los productos finales fabricados y detectar, con suficiente antelación, los posibles errores o resultados de calidad insuficiente.

Eficiencia de la producción La fábrica se convierte en un sistema de información en sí mismo, que permite mejoras en su mantenimiento, reduce el ‘scrap’ (residuos o desperdicios industriales) y evita paradas en la línea de producción. La detección temprana de la degradación de determinados activos y de averías permite priorizar y optimizar el mantenimiento predictivo.

Digitalización industrial El objetivo es conseguir una fábrica ‘wireless’, en la que los activos y recursos en movimiento estén conectados y se facilite la obtención de datos para tomar decisiones. Esta digitalización permite una mejora en la monitorización, gestión y planificación de los procesos productivos, al mismo tiempo que reduce los costes y aumenta la productividad.

Parece claro que, en un escenario hiperconectado como el actual, las empresas necesitan soluciones tecnológicas integradas. Telefónica Tech apuesta por la revolución digital a través de servicios personalizados de ciberseguridad, cloud, inteligencia artificial, big data, IoT y Blockchain.