Asequibilidad Y Bajos Ingresos Continúan Siendo Obstáculos Para Inmigrantes En Austin – KUT Austin

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Austin quiere ser una ciudad que le dé la bienvenida a las comunidades de inmigrantes. Sin embargo, los altos costos de vivienda y los bajos salarios siguen siendo una barrera, de acuerdo a un reporte reciente publicado por investigadores de políticas públicas en la Universidad de Texas en Austin.

Por ejemplo, en la industria de construcción (un sector que depende de la mano de obra de migrantes) los salarios anuales en Austin caen por debajo de cifras estatales y nacionales. La media de salarios en esta industria en Austin es de $32,960, mientras que a nivel estatal es de $34,980, y a nivel nacional es de $43,000.

“Me sorprendió que era más bajo que el nivel estatal porque la construcción es tan importante en una ciudad como Austin, que ahora está creciendo”, dijo Ruth Wasem, la autora principal del reporte.

El reporte, titulado “Avanzando la incorporación de migrantes en Austin, Texas”, analizó varias medidas que se han considerado clave para la inclusión de inmigrantes en una ciudad. Encontró que Austin hace un buen trabajo proporcionando apoyo legal a los migrantes y demostrando liderazgo gubernamental. Sin embargo, la ciudad debe esforzarse para mejorar la calidad de vida y las oportunidades de trabajo para los inmigrantes.

“Austin se encuentra en el camino correcto. Están empezando a hacer el tipo de cosas que el gobierno de una ciudad debería estar haciendo”, dijo Wasem. “Pero deben seguir adelante si es que quieren ser más inclusivos con los migrantes en la ciudad”.

La ciudad de Austin contrató investigadores de la Escuela LBJ de Asuntos Públicos para llevar a cabo el estudio y así ayudar a determinar qué necesita hacer para mejorar las maneras en las que apoya a las poblaciones de migrantes.

Durante los últimos años, Austin ha estado intentando ser más inclusivo con los residentes no nativos. Inició una Comisión de Asuntos Migratorios hace más de una década, y la ciudad está trabajando para crear una oficina de temas migratorios. El año pasado, la ciudad contrató a Rocío Villalobos como gerente de asuntos migratorios.

“Yo pienso que si vamos a ser capaces de movernos en esa dirección, de ser una ciudad que tiene verdaderamente la meta de ser la más habitable y que realmente le da la bienvenida a todos, significa que debemos de estar conscientes de los obstáculos que las personas que viven en los márgenes experimentan, y asegurarnos de que también estamos haciendo todo lo posible para cumplir con lo que necesitan y planear para esas necesidades”, dijo Villalobos.

Alrededor del 18.8% de las personas que viven en Austin nacieron en el extranjero. La mayoría de los inmigrantes son de América Latina, pero el número de migrantes que vienen de Asia va en aumento, y ahora este grupo compone una tercera parte de los residentes extranjeros que viven en la ciudad. Los inmigrantes de África se han duplicado durante la última década y ahora representan el 4% de la población migrante.

Los investigadores analizaron las cifras de New American Economy, un grupo de investigación y organizadores que estudia las políticas y los resultados socioeconómicos de varias ciudades para evaluar cómo se han integrado los inmigrantes. De las 100 ciudades más grandes de los Estados Unidos, Austin ocupa el lugar 43 en cuanto a integración de migrantes.

Uno de los principales retos que enfrentan los migrantes en Austin es encontrar vivienda asequible. Este es un desafío que comparten con muchos otros residentes de Austin, pero el problema es particularmente agudo para las comunidades de inmigrantes.

Según las autoridades federales de vivienda, cada individuo idealmente debería pagar no más del 30% de sus ingresos para cubrir sus costos de vivienda. Según el reporte de UT-Austin, los residentes nacidos en el extranjero rebasan esa cifra más seguido que los residentes nacidos en Estados Unidos.

Austin también tuvo un bajo puntaje en el tema de oportunidades laborales, algo que los investigadores consideraron preocupante ya que se esperaría lo contrario dado el crecimiento general y prosperidad económica de la ciudad.

Además, las áreas de la ciudad con más inmigrantes son de las zonas más vulnerables a ser desplazadas por nuevos desarrollos, según encontraron los investigadores. También observaron que las áreas con más migrantes son más vulnerables a sufrir las consecuencias de desastres como la pandemia.

Austin ha tenido una larga historia de segregación, y sus efectos aún se perciben hoy en día. El oeste de Austin es el hogar de comunidades más blancas y más adineradas, mientras que muchos vecindarios afroamericanos e hispanos de bajos recursos se encuentran en el este de Austin. Los investigadores hicieron un mapa de la ciudad con la ubicación de unidades de vivienda asequible, hospitales, estaciones de bomberos, bibliotecas públicas y centros de cuidados infantiles, y encontraron que estos beneficios suelen estar localizados en el área central de Austin, favoreciendo al lado oeste.

“Puedes ver que es evidente esa larga historia de negligencia para esa mitad de la ciudad en nuestro mapa”, dijo Wasem. “Pero ahora los migrantes no siempre viven en esas partes de la ciudad”.

Los inmigrantes no solo viven en una parte de la ciudad, denotaron los investigadores. Analizaron cifras del censo y encontraron que las áreas con más residentes nacidos en el extranjero están en la intersección de North Lamar y Rundberg Lane en el norte de Austin, al oeste de la Interestatal 35. Y hay otros espacios en el oeste de Austin donde la población nacida en el extranjero representa entre el 35% y el 49% de los residentes.

Sin embargo, la mayoría de los inmigrantes viven en el este y sur de Austin. El estudio encontró que los migrantes de origen asiático en su mayoría viven en el oeste de Austin, mientras que los de origen latinoamericano viven en el este y el sur de la ciudad.

En comparación a 16 ciudades con las mismas tendencias socioeconómicas y demográficas, la ciudad de Austin tiene bajos índices de naturalización. Este es el proceso en el que las personas adquieren la ciudadanía estadounidense. El índice de naturalización en Austin es del 68.5%. Todas las otras ciudades (salvo Irving, al noroeste de Dallas) cuentan con índices más altos.

El reporte destaca que obtener la naturalización no es necesariamente la meta de todos los inmigrantes. Pero sí da beneficios económicos. Quienes se naturalizan cuentan con mayor estabilidad financiera, son más activos en cuestiones cívicas y ganan entre 50% y 70% más que las personas que no son ciudadanos, según indicaron los investigadores.

Wasem dice que medir los índices de naturalización puede ayudar a evaluar qué tan inclusiva es una región con los migrantes.

“Como una nación que recibe migrantes, cuando admitimos a nacionales extranjeros, es con la meta de que se convierten en ciudadanos comprometidos”, dice Wasem. “Cuando estás en una comunidad donde eso no sucede, yo considero que eso es… una advertencia de que no estamos siendo lo suficientemente inclusivos”.

Los investigadores delinearon varias recomendaciones para ayudar a la ciudad a ser más inclusiva con sus inmigrantes. Sugieren que la ciudad establezca una oficina de asuntos migratorios, proporcione más recursos y educación cívica en otros idiomas, desarrolle y proteja las viviendas asequibles, siga apoyando los programas para el desarrollo de habilidades laborales y explore políticas para combatir los bajos ingresos. También recomiendan establecer “centros de resistencia comunitaria” que provean servicios y recursos especializados para las comunidades; esto es algo que la ciudad ha empezado a explorar después de la tormenta invernal de febrero y los apagones que le siguieron.

Los investigadores denotan que implementar esas políticas trae beneficios para todos, no solo para los inmigrantes.

“Intentar mejorar los salarios ayuda a todos”, dice Wasem. “Tener cursos robustos disponibles para la gente en servicios de emprendedores… Ese tipo de cosas ayudan a todos”.

El próximo paso es que las recomendaciones sean presentadas frente al Concejo de la ciudad de Austin para que puedan ser consideradas.

Villalobos dice que al hacer este trabajo es importante reconocer que no todos los migrantes tienen la misma experiencia.

“Su experiencia es impactada por su país de origen, la forma en que llegaron a los Estados Unidos y a Austin, su nivel de educación previo, su manejo del inglés”, dijo Villalobos. “Yo creo que realmente necesitamos tener un entendimiento y estrategia detallados cuando se trata de servir a nuestras comunidades migrantes”.

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Traducido por Sebastián González de León.