Angie Ayub: reinventando el mundo fitness en Latinoamérica – Forbes México

Hace 20 años, Angie Ayub se subió por primera vez a una bicicleta fija para impartir una clase de Spinning. Desde entonces, utiliza lo estático de ese aparato para avanzar hacia objetivos que ella misma crea.

Ayub es considerada la mayor especialista de Prop Indoor Cycling en México, una modalidad que mezcla el ciclismo de salón con el trabajo de ligas o pesas.

Después de tres años de haber puesto en pausa su vida laboral y dedicarse por completo a su familia, Angie llegó por casualidad a su vocación.

“Un día, mi vecina, que había emprendido con un lugar de Spinning, me pidió que la cubriera para una clase, pues ella tenía alguna urgencia y no podría asistir. Me llevé a mi hijo más pequeño en su cunero y así empezó mi vida en la bici fija”, cuenta la deportista.

Era el año 2000 y no había tanto rigor para calificar a un maestro de gimnasio, aunque Angie ya era una deportista nata –a pesar de su juventud, Ayub contaba con un currículum que incluía conocimientos en gimnasia olímpica, natación a un nivel de alto rendimiento y había sido instructora de aerobics y step–, la clase salió bien y el resto es historia.

Las certificaciones se empezaron a acumular en forma de diplomas. Muchas de estas nuevas habilidades había que buscarlas en otras partes del mundo, como Nueva York, hasta donde llegó para instruirse en la entonces novedosa modalidad del Indoor Cycling.

“El Indoor Cycling hace que conectes el alma con tu cuerpo en un estudio de bicicletas donde todo mundo opera al mismo ritmo. Las luces bajas y la atención puesta en una vela hacen que los participantes lleven su atención a un mismo foco, conectando consigo mismo y con los demás compañeros”, describe Ayub.

La deportista dice que la ciencia se ha interesado en medir lo que sucede en una clase de Indoor Cycling, y que se ha descubierto que la energía concentrada emula la alta intensidad en el ambiente que lo que puede suceder en grandes centros de diversiones, como Disney World.

“Esta cantidad de energía detona no sólo la motivación de los participantes, sino también las endorfinas y la rápida quema de calorías”, añade.

Inspiración y trabajo

Angie Ayub tiene 47 años, dos hijos y un extenso playlist de pop, electrónica y mucho reguetón para sus clases. También tiene un perro chihuahua, la salud de una persona 20 años menor y la flexibilidad de una cinta negra en Karate.

Está avalada por la SEP y el Colegio Iberoamericano de Ciencias y del Ejercicio, así como por la Federación Mexicana de Fisicoconstructivismo y Fitness de la Ciudad de México.

“Soy creadora de un método Barre propio, agregándole ejercicios de cardio al sistema clásico, elevando la frecuencia al límite sin despegar los pies del piso”, cuenta Ayub.

Aprovechando la popularidad que le han dado algunos reconocimientos –como el Mejor Health Coach y Mejor Coach Deportivo por el BienFest 2018 México y Latinoamérica, así como el Galardón del Año 2020 de la Cámara de Diputados por Fitness Trainer Nacional–, Ayub no solo se ha convertido en una coach de televisión, sino también ha generado su propia certificación de ciclismo de salón.

“Tengo más de 298 egresados de mi Sistema Indoor Cycling avalados y manejando todos los protocolos de salud para los alumnos en diferentes estudios boutique en toda la República”, asegura la creadora de Casa Siclo, ubicada en Park Plaza.

Pese a las restricciones provocadas por la pandemia, en la actualidad, Ayub sigue impartiendo clases y otorgando certificaciones a distancia: a fin de cuentas, ella solo necesita una bicicleta estacionaria para avanzar hacia cualquier objetivo.