Una tercera parte de los trabajadores en San Diego que laboran en rubros esenciales como salud y agricultura son inmigrantes, reveló un estudio del Centro de Políticas Migratorias de la Universidad de California San Diego (UCSD).
El reporte dado a conocer en el marco del Mes de la Herencia Migrante, fue elaborado como parte de la iniciativa Welcoming San Diego, para una mejor integración de las comunidades migrantes a la ciudad.
Cerca de 344 mil personas que residen en la ciudad son nacidas en el extranjero, lo que representa el 27.1 por ciento de la población total, según el reporte. En comparación, se estima que la población migrante en el país comprende el 13.7 por ciento.
De dicho número, se piensa que aproximadamente 67 900 inmigrantes son indocumentados; lo que representa el 43.7 por ciento de los 156 mil inmigrantes indocumentados que residen en el condado.
El trabajo de las comunidades migrantes ha sido fundamental durante la pandemia del COVID-19, principalmente en las áreas de salud y agricultura, subraya el informe.
En este primer rubro, los trabajadores migrantes comprenden un 66.4 por ciento de los asistentes médicos, un 61.7 por ciento de auxiliares de cuidado, un 61.2 por ciento de asistentes de enfermería, 41.5 por ciento de enfermeros con licencia, 35.6 por ciento de enfermeros registrados y 28.4 por ciento de los doctores.
En el sector agrícola, los trabajadores migrantes comprenden un 81.8 por ciento de los trabajadores agrícolas, un 43.4 por ciento de los choferes y un 67.8 por ciento de los empacadores.
“Este reporte reitera que los inmigrantes son esenciales en nuestra fuerza laboral, economía y nuestra identidad compartida. Con estos datos podemos enfocar nuestros esfuerzos en mejorar el acceso a las oportunidades y asistir a refugiados y nuevos ciudadanos mientras buscan el sueño americano aquí en San Diego”, comentó el alcalde Kevin Faulconer.
Los negocios que son propiedad de inmigrantes generan miles de millones de dólares en ingresos y se encuentran dentro de los afectados por los cierres y restricciones a consecuencia de la contingencia sanitaria.
Tom Wong, director del Centro de Políticas Migratorias con UCSD y quien dirigiera el reporte, enfatizó que los hallazgos muestran el rol que los inmigrantes tienen no solo para el presente, sino el futuro de la ciudad.
“Desde el rol esencial que los inmigrantes desempeñan en la fuerza laboral de la ciudad, en la que se incluye estar en la primera línea en la lucha de la pandemia mundial, hasta en la educación y habilidades que ellos aportan al capital humano y social de la ciudad, los datos muestran cómo es que la historia de San Diego es también una historia de inmigrantes”, consideró.
La población migrante en San Diego habla por lo menos 70 diferentes lenguajes y dialectos. Casi la mitad de ellos (49.1 por ciento) son bilingües con buen dominio del inglés, señala el informe. Los idiomas más hablados entre los nacidos fuera del país son español, inglés, filipino y chino, sucesivamente.
En lo que respecta al país de nacimiento, 39.1 por ciento son originarios de México; 13 por ciento, Filipinas; 7.5 por ciento, Vietnam; 6 por ciento China; y 3.6 por ciento, India. La población migrante de mayor crecimiento en los últimos cinco años en la ciudad es oriunda de países como Siria, Kenia, Sudan, Irak y Nigeria.
Como parte de la iniciativa de hacer la ciudad más acogedora a inmigrantes, en noviembre de 2019 se contrató a Rita Fernández como la primera gerente de asuntos migratorios de San Diego.
Parte de su tarea es facilitar la integración de inmigrantes, refugiados y nuevos ciudadanos.
“Cada ciudad en nuestra región debería tener un plan para la integración de inmigrantes”, consideró Erin Tsurumoto Grassi con la organización Alliance San Diego.
“En nuestros mejores momentos, hemos dado la bienvenida a inmigrantes y refugiados y debemos continuar liderando con nuestros valores de compasión para que cada residente de San Diego sienta que pertenece y tiene la oportunidad de prosperar y alcanzar su máximo potencial”.