Trabajaron para Estados Unidos en Afganistán. Ahora están escondidos – CNN

Kabul, Afganistán (CNN) — Fawad es uno de los cientos y probablemente miles de afganos cuyas solicitudes de visas para ingresar a Estados Unidos están en el limbo. Ahora, sin poder llegar al aeropuerto de Kabul, él y su familia viven con miedo, demasiado asustados para aventurarse a salir.

Durante el último día, CNN se ha comunicado con Fawad y varios otros afganos cuyas vidas ahora están en juego. Todos ellos tienen un largo historial de trabajo con o para el Gobierno o contratistas de EE.UU. Todos se sienten atrapados y abandonados. CNN no está revelando sus identidades por su seguridad.

Fawad ha trabajado para empresas estadounidenses desde 2003 y solicitó una visa de inmigrante especial (SIV) en abril de 2020. Todavía está esperando una respuesta.

En una serie de mensajes de texto desde su casa en Kabul, le dijo a CNN: “Siento los peores días de mi vida. Todo el día sentado en casa, en la noche no puedo dormir bien porque (en) algunos lugares los talibanes abrieron la búsqueda puerta a puerta”.

Trabajaron para EE.UU. Afganistán escondidos

La evacuación aérea de Kabul se ha acelerado en las últimas 24 horas.

Él y su familia no han salido de la casa desde que los talibanes entraron a la capital el fin de semana, dijo.

Fawad envió fotografías de su familia a CNN. Tiene dos hijas pequeñas.

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“Muchos de mis familiares y colegas ahora están tratando de escapar del país por cualquier medio”, dijo.

Uno de los antiguos empleadores de Fawad, contactado por CNN en Dubai, lo recuerda como un trabajador de primera clase y apoyó su solicitud para una visa de inmigrante especial.

Pero Fawad dice que sus correos electrónicos y mensajes más recientes a la Embajada de Estados Unidos no han recibido respuesta.

“He enviado tres, cuatro correos electrónicos recordándoles que me actualicen, pero desafortunadamente no hay un plazo para eso y no sabemos cuánto tiempo tomará”, dijo en un mensaje de texto. Añadiendo: “…no hay mucho tiempo para esperar”.

Además de ser exempleado de empresas estadounidenses, Fawad también es miembro de la comunidad musulmana chiíta Hazara, que fue perseguida por los talibanes cuando el grupo estuvo en el poder por última vez.

El antiguo empleador de Fawad, a quien no nombramos por preocupación por la seguridad de Fawad, le dijo a CNN que estaba recibiendo múltiples peticiones de ayuda de los afganos con los que había trabajado.

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Pesadilla burocrática

CNN también habló con un afgano que le pidió a CNN que se refiriera a él solo como Shafi, para su protección. Había sido supervisor del sitio para el Ejército de EE.UU. en Kandahar, la segunda ciudad más grande de Afganistán, de 2010 a 2013. Recordó que una noche en 2013 regresó a casa y encontró una carta de los talibanes exigiendo que dejara su trabajo o enfrentara severas consecuencias.

A pesar de las cartas de apoyo de altos funcionarios estadounidenses, su solicitud de visa fue rechazada por la Embajada de Estados Unidos en mayo de 2013. Decía: “Usted no fue empleado ni ha trabajado a favor del gobierno de Estados Unidos”.

Shafi solicitó recientemente de nuevo, con cartas de respaldo de dos coroneles retirados del ejército de EE.UU. y otro oficial superior. Un cuarto oficial estadounidense escribió en apoyo de su solicitud que se habían cometido dos atentados contra la vida de Shafi y que su padre murió en manos de los talibanes en 2018.

Un correo electrónico enviado por la embajada a Shafi el lunes y visto por CNN le preguntaba por su identificación del gobierno. Un exoficial del Ejército de EE.UU. ya había escrito a la embajada que Shafi no había recibido uno.

Shafi se esconde ahora en Kabul y se siente atrapado en una pesadilla burocrática. Le preguntó a CNN: “¿Qué hay de malo en mi solicitud? ¿Qué más necesitan que les proporcione?”

Otro afgano, Farhad, que vive en Herat, le dijo a CNN que había trabajado durante casi cuatro años para una empresa estadounidense que brindaba mantenimiento de vehículos y otros servicios a las fuerzas armadas afganas.

Ahora ha solicitado una visa especial, adjuntando un certificado de empleo de su antiguo empleador, que CNN ha revisado. También envió una carta de recomendación de un ciudadano estadounidense.

Recibió una respuesta automática diciéndole que el proceso tomaría mucho tiempo, alrededor de ocho semanas solo para la verificación de documentos. Basado en la experiencia de amigos, espera que todo el proceso lleve más de un año.

En una serie de mensajes, Farhad le dijo a CNN: “Todo está disponible según los requisitos de la Embajada de EE.UU., pero deberían sacarnos porque hay demasiadas personas que solicitaron recientemente la visa de inmigrante especial. El proceso es demasiado largo, estamos nerviosos debido al alto [nivel] de amenazas contra nosotros”.

“Si los talibanes saben que trabajé con los estadounidenses, me asesinarán”, agregó.

Farhad dijo que está escondido con su esposa y sus dos hijas pequeñas, sin perspectivas de huir del país.

“Podría viajar desde la provincia de Herat, pero es demasiado arriesgado. Todos los vuelos desde Kabul están suspendidos. Debería esperar hasta que me respondan, no tengo otra alternativa en este momento”.

Farhad tiene otro amigo que envió sus documentos a la embajada hace cuatro meses, pero solo había recibido un mensaje diciendo que su solicitud estaba siendo procesada.

“Como ve, la embajada ha sido evacuada y nadie está respondiendo y dando aclaraciones”, dijo.

CNN se ha puesto en contacto con el exempleador de Farhad para pedirle comentarios.

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No hay corredor seguro

Si bien el puente aéreo de evacuación de Kabul se ha acelerado durante las últimas 24 horas, el problema para los afganos desesperados por irse es que los talibanes controlan las carreteras de acceso al aeropuerto. No hay un corredor seguro para que los afganos lleguen a él, incluso si su papeleo está en orden.

Algunos afganos llegaron al aeropuerto durante el caos del fin de semana y se les permitió abordar al menos un vuelo de evacuación de Estados Unidos. El domingo, unos 640 afganos fueron trasladados a Qatar en un C-17 Globemaster III sobrecargado, según un informe de Defense One, un sitio web de noticias privado que informa ampliamente sobre las operaciones militares estadounidenses.

Evacuados se agolpan en el interior de un avión de transporte C-17 Globemaster III de la Fuerza Aérea de Estados Unidos, que transportaba a unos 640 afganos a Qatar desde Kabul, Afganistán, el 15 de agosto. (Defense One / Reuters)

El Pentágono dijo el lunes por la noche que varios vuelos salieron de Kabul con varios cientos de solicitantes de visas de inmigrante especial.

Y Estados Unidos planea sacar miles más.

El portavoz del Departamento de Defensa de EE.UU., John Kirby, dijo el lunes: “Una vez que consigamos más transporte aéreo de Kabul, vamos a poner a tanta gente en esos aviones como podamos. Habrá una mezcla, no solo ciudadanos estadounidenses sino quizás algunos afganos solicitantes de visas de inmigrante especial”.

El Pentágono dice que puede transportar por aire entre 5.000 y 9.000 personas al día desde Kabul.

Pero dado que decenas de miles de afganos pueden buscar refugio en Estados Unidos bajo el programa SIV, la reanudación de los vuelos comerciales será fundamental.

El portavoz del Departamento de Estado de EE. UU., Ned Price, dijo el lunes que EE.UU. estaba “buscando restablecer el control positivo [en el aeropuerto]” para que “los viajes comerciales también puedan reanudarse para que muchos de estos afganos, cuyas dolorosas imágenes hemos visto, puedan llegar a un lugar seguro”.

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Sin embargo, no estaba claro cuánto tiempo permanecerán los militares y los oficiales estadounidenses en tierra en el Aeropuerto Internacional Hamid Karzai. Price dijo el lunes: “Vamos a mantener una presencia en el terreno mientras sea responsable y seguro para nosotros”.

Para los residentes de Kabul, Fawad y Shafi, el aeropuerto está tentadoramente cerca y, sin embargo, fuera de su alcance.

Fawad todavía está en estado de shock. “A nadie se le ocurrió que los talibanes podrían regresar a Kabul algún día”, dijo.

Ahora los ve dando vueltas en la calle.