OPINIÓN: México de piñata rumbo a la próxima elección en Estados Unidos – Los Angeles Times

En Estados Unidos, pasadas las votaciones de medio término se da la señal de arranque para las elecciones presidenciales de 2024. En los próximos meses se irán despejando las dudas acerca de quiénes serán los candidatos y cuáles serán los temas que definirán el voto.

A pesar de que los resultados de dichas elecciones no le favorecieron, Donald Trump ya anunció que será candidato presidencial. Aunque no lo aclaró, se supone que lo que quiere decir es que buscará que lo postule el partido republicano, pero con Trump nunca se sabe y sería capaz, en caso de que su partido escoja otro candidato, de convertirse en independiente. Los hoy gobernadores de Florida y Texas, el senador de origen cubano Ted Cruz y el exvicepresidente Mike Pence son los otros precandidatos republicanos hoy visibles a los que Trump se enfrentaría en las elecciones internas de ese partido. Seguramente se sumarán otros.

Del lado de los demócratas la gran pregunta es si Joe Biden buscará la reelección. Aunque los resultados de las elecciones de medio término no le fueron tan desfavorables, muchos votantes y actores relevantes de su propio partido se preguntan si en virtud de su edad tendría el empuje de otros cuatro años como presidente. Aun con buena salud, los 82 que tendría en las elecciones de 2024 parecen demasiados y él lo sabe. Si aun no lo dice abiertamente es para no distraer a su propio partido.

En cuanto a los temas que definirían la preferencia electoral, las encuestas señalan que los votantes estadounidenses consideran muy importantes para definir su voto, en orden decreciente, la marcha de la economía, el futuro de la democracia en el país, educación, salud, política energética y, seguridad pública y crímenes violentos. Hay otros temas que para esos votantes son menos importantes y con respecto a los cuales llama la atención la diferencia entre partidarios demócratas o republicanos.

¿Qué papel jugará México en ese proceso electoral?

Todo indica que una vez más México será una especie de piñata a la que los candidatos pegarán hasta cansarse. Sobre todo, los republicanos. En ello influyen la personalidad de los posibles candidatos y los temas que son relevantes para los votantes.

Del lado republicano, Donald Trump, quien ya dijo que sellaría la frontera, el actual gobernador de Texas y Ted Cruz, sistemática y periódicamente acusan y atacan al gobierno de AMLO de ser el principal causante de los problemas en Estados Unidos. Para ellos es relativamente sencillo establecer la relación entre el mal funcionamiento de la economía y el papel que juega México quitando empleos a los estadounidenses.

Hay otros temas en los cuales México y particularmente el gobierno de AMLO será atacado. El principal es la inmigración y la frontera. Aunque en las encuestas mencionadas inmigración ocupa el lugar 11 en las prioridades de los votantes, el 76% de los republicanos lo considera como muy importante para definir su voto, contra apenas el 36% de los demócratas. En esta lógica, es de esperarse que los candidatos republicanos, para fortalecerse frente a su base electoral, intenten presentar a México como el culpable por acción o por omisión de esa inmigración. Sobre todo, en las elecciones internas de su partido.

Es muy fácil, en estos dos años, ir construyendo un discurso según el cual México tiene responsabilidades en varios de los temas relevantes. Solo por mencionar algunos, además de la economía y la inmigración, aparecen ahora el futuro de la democracia en Estados Unidos, que es igualmente importante para republicanos o demócratas y en los que AMLO es percibido como un riesgo regional o la política energética que es la quinta prioridad de los votantes independientemente del partido que apoyen y en el que hay grandes diferencias con el gobierno de México y ni qué decir de la seguridad pública y crímenes violentos con la creciente presencia de cárteles mexicanos en México y en Estados Unidos. El “abrazos no balazos” de AMLO solo tranquiliza a sus colaboradores.

Los republicanos se van a cansar de atacar al gobierno de Biden por no ser más estricto con México en todos esos temas.

Del lado mexicano no parece que nos estemos preparando mucho para este golpeteo. Hasta ahora lo que queda claro es que AMLO se subordina de más al trato duro tipo Trump, respinga con el trato amable tipo Biden y tiene como encargado de la política exterior a alguien que, en vez de hacer su trabajo, que es pagado con los impuestos de los mexicanos, solo piensa en complacerle para ser su candidato presidencial.

Como en muchos otros temas, el presidente mexicano esperará a ser atacado para, reaccionar recurriendo a sus frases hechas, envolverse en la bandera de la soberanía e insistir en que la relación es excelente y respetuosa o bien, tratar de minimizar y distraer proyectando algún video de Chico Ché o de sus beisbolistas preferidos.

Jorge Santibáñez es presidente de Mexa Institute

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