Opinión: En 1981, Estados Unidos y México intercambiaron estatuas, reforzando la amistad entre los países – The San Diego Union-Tribune

Rivera Delgado es historiador y es jefe del Archivo Histórico del Estado de Baja California. Vive en Mexicali.

A lo largo de la historia compartida de la región Tijuana-San Diego, siempre han mantenido buenas relaciones binacionales de apoyo mutuo, intercambios de distinta índole y en la mayoría de los casos, de buena vecindad y permanente vinculación de ambas ciudades.

De igual manera, las entidades de Baja California, México y California, Estados Unidos — desde los primeros gobernadores del siglo XIX hasta los actuales, Marina del Pilar Ávila Olmeda y Gavin Newsom — han emprendido positivos vínculos y cordiales relaciones políticas, económicas, turísticas y comerciales.

Uno de los mejores casos de ese tipo de intercambio cultural que se realizó entre ambas regiones fue en el año de 1981. En esa ocasión, fue la develación de dos monumentos de Benito Juárez y Abraham Lincoln, personajes simbólicos de la historia de México y Estados Unidos durante el siglo XIX.

México le obsequió a Estados Unidos la obra escultórica del Benemérito de las Américas, Benito Juárez, elaborada por Ernesto Tamariz, la cual se ubicó en el Parque Pantoja, localizado en las calles India y Columbus, en San Diego.

Mientras que los Estados Unidos entregó la imagen de Abraham Lincoln, elaborada por el escultor mexicano Humberto Peraza, que se ubicó en la glorieta localizada, en el Paseo de los Héroes y Avenida Diego Rivera, en la Zona Río, de Tijuana.

Lincoln es considerado como una de las figuras importantes en la historia de los Estados Unidos del siglo XIX, por su papel en la victoria de la Unión durante la Guerra Civil y por su oposición a la esclavitud. Mientras Juárez es ejemplo de su tenaz lucha al defender a México contra el imperialismo francés y los conservadores. Ambas figuras son consideradas como dignos ejemplos de civilidad y humanidad.

La inauguración del Monumento a Juárez se realizó el 18 de junio de 1981 y fue presidida por Roberto de la Madrid Romandía, entonces gobernador del Estado de Baja California, acompañado de Roberto Andrade, presidente municipal de Tijuana y por Pete Wilson, alcalde de San Diego.

Por su parte, la develación del Monumento a Lincoln, se efectuó el día 21 de junio de 1981, con la presencia del gobernador De la Madrid y el embajador John Gavin, como representante del gobierno estadounidense.

Cabe destacar que la develación de las dos estatuas de los personajes contribuyó a fortalecer significativamente la amistad existente entre los dos países, las dos entidades y las dos ciudades hermanas.

De esa manera, se hizo el intercambio cultural como una política especial de las administraciones de los presidentes de los dos países de ese entonces, tanto de Ronald Reagan como de José López Portillo, para fortalecer el vínculo internacional entre esas dos naciones de Norteamérica.

El objetivo de ambos mandatarios era estrechar esa histórica amistad y ser un ejemplo de cordialidad y buena vecindad que siempre ha prevalecido entre ambas naciones. Sin embargo, fue muy significativa la ubicación de ambas estatuas en la región Tijuana-San Diego, que fortalecieron significativamente sus vínculos históricos.

En la prensa local de Tijuana se registraron los mensajes emitidos por el gobernador De la Madrid y el alcalde Wilson, que coincidieron en manifestar que: “cada vez se simboliza más la amistad entre los pueblos de ambas fronteras” y “la hermandad se consolida por el respeto mutuo de México y Estados Unidos”, dijo cada uno.

Desde entonces, aunque ha habido ocasiones difíciles momentos, inclusive, algunas fricciones con motivo de las cuestiones migratorias, ha perdurado el respeto y trabajo en común entre ambas regiones, tal como se desarrolla hasta nuestros días.

Actualmente, la Secretaría de Cultura del Estado de Baja California, bajo la dirección de Alma Delia Ábrego Ceballos, proyecta implementar una política de estrechar lazos, compartir nuestra historia, costumbres, tradiciones y talentos artísticos con el estado de California, pues creemos en una visión binacional que traspasa fronteras, y fortalece nuestra tradición permanente de intercambio cultural.