La Organización de las Naciones Unidas denunció el martes que varios países latinoamericanos no han tomado medidas para prevenir la violencia en sus prisiones, además de abusar del uso de la fuerza y no elaborar un plan para prevenir el hacinamiento en plena pandemia del coronavirus.
La oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos emitió un comunicado enumerando la violencia ocurrida recientemente en al menos tres cárceles latinoamericanas.
El comunicado cita el amotinamiento ocurrido el 1 de mayo en la prisión venezolana de Los Llanos, en el que 47 presos perdieron la vida. Poco antes nueve habían muerto en una revuelta en la prisión peruana Miguel Castro Castro. A fines de marzo, 23 presos murieron después de que las fuerzas de seguridad intervinieron en un motín en la cárcel colombiana La Modelo. Otros incidentes se han registrado en Brasil, Argentina y México, así como en Estados Unidos, dijo el comunicado.
“Recordamos a las autoridades que el uso de la fuerza debe llevarse estrictamente a cabo bajo principios de legalidad, necesidad, proporcionalidad y sin discriminación y que los Estados tienen la obligación de proteger la salud mental y física de los presos”, aseguró Rupert Colville, portavoz de la oficina, en el comunicado.
Colville también dijo que hacía un llamado a los países a llevar a cabo investigaciones independientes sobre las revueltas, las muertes y los alegatos de violaciones en el uso de la fuerza.
El portavoz denunció además medidas “extremamente duras” de encarcelamiento para los presos tomadas en El Salvador y que podrían empeorar las ya precarias condiciones de higiene que hay en las cárceles allí.
La ONU señaló que los países deben prevenir el contagio de coronavirus en las cárceles promoviendo medidas sanitarias y asegurando la realización de pruebas y acceso a cuidado médico para los presos. Las condiciones en las cárceles y el trato a los presos deberían ser monitoreados regularmente por organismos independientes, dijo Colville.
Además, los presos con sentencias cortas por delitos no violentos deberían ser liberados para evitar así la superpoblación, agregó.
En América Latina se han registrado casi 228.000 contagios por coronavirus y más de 12.700 muertos por la enfermedad, con Brasil a la cabeza de las infecciones y decesos.