Los inmigrantes juegan un papel importante y diverso en la fuerza laboral de Texas, desde desempeñar trabajos de temporada hasta fundar un buen porcentaje de nuevas empresas.
Se prevé que a medida que la economía de Texas crezca y más empresas se instalen en el estado, los inmigrantes continuarán llenando los huecos en la fuerza laboral, especialmente cuando las presiones demográficas dan lugar a una escasez de trabajadores y las empresas batallan para llenar las casi 870,000 vacantes.
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Los inmigrantes constituyen un porcentaje más grande de la fuerza laboral que de la población del estado.
Ellos ocupan más del 20% de los empleos en el estado, a pesar de representar solo el 17% de la población de Texas, según un estudio de American Immigration Council.
La disparidad entre los empleos vacantes y los trabajadores disponibles va a seguir siendo un problema para los empleadores por lo que resta de la década, dice Cullum Clark, director de la Iniciativa de Crecimiento Económico de Bush Institute-SMU.
“Si miramos al futuro, reconocemos plenamente que en todo Estados Unidos enfrentamos una situación demográfica muy difícil”, dijo Clark.
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Los inmigrantes representan un gran porcentaje de las personas que trabajan como asistentes médicos domésticos y en el sector servicios de Texas, y más del 70% de los trabajadores de la construcción en Dallas-Fort Worth, según un estudio publicado recientemente por Bush Institute.
“Lo que ya hemos visto es el enorme crecimiento del número de inmigrantes que desempeñan trabajos esenciales en el estado, en el Norte de Texas”, dijo Cullum.
Ed Curtis, fundador y director ejecutivo de YTexas, una red dirigida a apoyar a las empresas que se mudan a Texas o se expanden aquí, dijo que las empresas “buscan talento donde sea que puedan conseguirlo”.
Dos visas de empleo con mucha demanda para trabajo temporal no agrícola y trabajos especializados que requieren título profesional, por ejemplo en tecnología, medicina o finanzas, tienen un tope impuesto por el Congreso hace décadas.
Aunque hay exenciones y suplementos a esos límites, algunos argumentan que no reflejan las necesidades laborales de hoy.
“El número de visas para trabajadores calificados se ha mantenido prácticamente al mismo nivel desde hace varias décadas, a pesar de que la necesidad de tales trabajadores se ha disparado”, agregó Clark.
“Es una situación disfuncional”.
En el pasado año fiscal, los empleadores de Texas pidieron, y recibieron, más visas H-2B que cualquier otro estado, y patrocinaron la tercera cantidad más grande de visas H-1B, indican los datos de Servicios de Ciudadanía e Inmigración (USCIS).
En este año fiscal, los empleadores texanos patrocinaron la mayor cantidad de visas H-2B y la segunda de H-1B entre todos los estados, solo detrás de California.
Clark dijo que no se ha dado un debate serio sobre una reforma migratoria integral en los cuerpos legislativos federal ni estatal, a pesar de los llamados urgentes de la comunidad empresarial.
El gobernador de Texas Greg Abbott ha hecho campaña política prometiendo sofocar el flujo de migrantes a través de la frontera con México.
Recientemente desplegó la Guardia Nacional en El Paso cuando miles de migrantes se congregaron cerca de la frontera esperando que se levantara el Título 42, la disposición implementada por el gobierno de Trump para expulsar rápidamente a los migrantes y que el presidente Biden ya no quiere aplicar.
“Tal vez no tienen todos los datos”, dijo. “O quizá no han entendido del todo lo mucho que ha cambiado la economía, cómo ha cambiado la demografía del país”.
A pesar de una reciente disminución de la migración internacional a Texas, en las últimas tres décadas el estado ha visto un rápido incremento de ciudades donde los migrantes se asientan primero al llegar del exterior.
Después de Houston, Dallas-Fort Worth es la segunda de esas urbes.
En una clasificación hecha recientemente por Bush Institute de índices de inmigración —definidos como entrada neta de personas a un área metropolitana comparada con la población total de esa área en 2010—, Houston quedó en séptimo lugar y Dallas en el 18 entre las 100 zonas metropolitanas más grandes del país.
Las grandes poblaciones inmigrantes hacen a las ciudades estadounidenses más innovadoras y emprendedoras, de acuerdo al estudio de Bush Institute.
Los inmigrantes tienden más que las personas nacidas en Estados Unidos a iniciar un negocio, y es aun más probable cuando se trata de empresas tecnología o biotecnología, señaló Clark.
En Dallas-Fort-Worth, una cuarta parte de las empresas incipientes repaldadas por inversionistas de riesgo tenían por lo menos un inmigrante entre sus fundadores entre 2016 y 2020, se desprende de un estudio de Bush Institute con ayuda de PitchBook y la National Venture Capital Association.
“Es riesgoso”, dijo Clark, refiriéndose a iniciar una empresa. “Pero, colectivamente, eso va a cambiar mucho la economía del área de Dallas”.