Migrantes – Menores migrantes hacia Estados Unidos: un desafío para el Gobierno de Joe Biden – FRANCE 24

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La cifra de los menores migrantes que viajan solos a Estados Unidos sigue aumentando. La mayoría de los que emprenden el viaje son adolescentes, pero un buen número tienen menos de 12 años. Ante los números de llegada surgen dudas sobre el trato en los centros de recepción administrados por dependencias del Gobierno. Por primera vez, y como respuesta a unas fotografías que dejaban en entredicho las condiciones de los niños en dichos lugares, la administración demócrata abrió las puertas a la prensa y a un grupo de congresistas estadounidenses. 

Cuando el Gobierno de Joe Biden permitió el ingreso al centro de procesamiento de Carrizo Springs, en Texas, había unos 750 menores que llegaron solos a territorio estadounidense. Eran niños de entre los 13 y 17 años. Ese grupo ya debió ser trasladado hacia otro lugar, pues la norma dice que solo pueden estar allí durante un periodo máximo de 72 horas. Pero la realidad es que, ante el número de niños llegado, pasan hasta 130 horas.

En la visita de medios y congresistas se ve que los menores cuentan con los servicios básicos, pero lo cierto es que el de Carrizo Springs no es precisamente uno de los lugares de paso ubicados en la zona de frontera, los primeros a donde son llevados los niños tras ingresar.

El congresista demócrata por Nueva York, Adriano Espaillat, resaltó la condición de los menores, pero dijo que hace falta hacer más. “Ha habido una mejora respecto a lo que vi durante la pasada administración. Sin embargo, hay que hacer mucho más. Creo que tenemos que trabajar más para asegurar que conectamos a estos niños con sus familias. Hay muchas razones por las que eso tiene que ocurrir rápidamente ahora”, dijo.

¿Están los niños migrando solos hacia la frontera?

Funcionarios del Gobierno y defensores de los migrantes reconocen que el aumento se debe, en parte, al cambio de política de Biden sobre los menores. El presidente dijo que no expulsaría del país a los menores que llegaran solos y que sus casos se procesarían rápidamente en territorio estadounidense.

La realidad de este tránsito demuestra la desesperación de las familias por un futuro mejor para ellos, pero también revela el negocio de los contrabandistas que acompañan el peligroso viaje. Estos viajes pagados a ‘coyotes’ cuestan miles de dólares y son costeados, en la mayoría de los casos, por familiares de los menores que residen en la Unión Americana.

“Hay algunos que, efectivamente, como hemos detectado, vienen acompañados o son traídos por contrabandistas, sobre todo cuando no están acompañados por la familia. Aunque estén acompañados por la familia, vienen con lo que ellos llaman un guía, pero en realidad son personas que les cobran para traerlos hasta este punto, e incluso cruzarlos a Estados Unidos. Esto es algo que definitivamente queremos detener. Queremos que se den cuenta de que no es cierto que puedan cruzar”, señala Enrique Valenzuela, director del Consejo de Atención al Migrante en Chihuahua, México. 

Por otro lado, muchos niños que dicen viajar solos estarían entrando con otros integrantes de sus familias, tíos o primos, que no son sus tutores. Los contrabandistas, que ofrecerían planes y rutas alternativas para el viaje, estarían usado a los niños como señuelo en operaciones de tráfico de drogas.

El éxodo de los menores supone el primer reto político para Joe Biden. Esta migración pone a prueba la capacidad de la administración para procesar de forma segura a los niños migrantes.