México cambia esta noche al horario de invierno por última vez. Cuando amanezca el domingo, el tiempo se habrá atrasado una hora, como viene ocurriendo desde 1996, pero esta vez será la última. Oficialmente, el cambio se producirá a las 02.00 de la mañana y desde esa hora, tal y como ocurría siempre de octubre a abril, amanecerá y anochecerá más temprano durante todo el año.
El Senado ha aprobado esta reforma que se aplicará en todo el país salvo en Baja California y los 33 municipios de la frontera estadounidense, para que las manecillas conserven allá el horario que manejan los vecinos del norte, a fin de no afectar el intercambio comercial. Lo que tradicionalmente se ha considerado una medida favorable al ahorro energético no parece haber dado los resultados esperados y, sin embargo, ha ocasionado trastornos en la salud de la ciudadanía, dicen quienes defienden dejar quieto el reloj y guiarse solo con la luz del sol.
En un país como México, con altos índices de violencia, esta reforma, han dicho los senadores de la oposición al partido oficialista, irá en contra del combate a la delincuencia, porque se eliminan horas de luz en la jornada diurna, debido a que se opta por el horario de invierno todo el año, cuando oscurece antes en la jornada diurna, según el reloj. Otros, sin embargo, ven enormes ventajas para la salud y la convivencia en la luz invernal.
El cambio horario lleva años en el debate internacional. Sus ventajas e inconvenientes se han abordado desde un punto de vista energético, científico, de salud, etcétera. Los científicos abogan por no cambiar el horario con las estaciones, porque eso perturba a la población, dicen. Mejor manejar un solo uso (y huso) del horario. Y aunque la población muestra mayor preferencia por el horario de verano, tardes largas, los expertos se inclinan por las ventajas que reporta el de invierno. “Desde el punto de vista de la cronobiología, el de invierno es más beneficioso porque va más acorde con los ciclos de luz y oscuridad”, explica la española María Ángeles Rol de Lama, catedrática de Fisiología en la Universidad de Murcia y directora del Laboratorio de Cronobiología. Algunos estudios indican que, al aumentar la luz y el ocio, también lo hacen conductas nocivas como el consumo de alcohol o de tabaco. Y para los grandes y pequeños, disponer de más luz durante el horario laboral y escolar propicia la concentración, así como la oscuridad más temprana ayuda a conciliar el sueño.
Algunos expertos creen que la simpatía de la población por el horario de verano se debe en exclusiva al nombre utilizado, verano, que evoca un tiempo de vacaciones, descanso, ocio, pero que no se relaciona con el bienestar que reporta este horario.
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