La variante delta amplía el abismo entre ‘dos Estados Unidos’: el de los vacunados y los no vacunados – The New York Times (Español)

Eso significaba que los más vulnerables se protegieron primero, mientras que la parte más socialmente activa de la población, los más jóvenes, hasta hace poco estaba desprotegida en gran medida. Las personas más jóvenes fueron fundamentales en la propagación del virus.

En Inglaterra, todas las personas en la adolescencia y la veintena se volvieron elegibles para recibir las vacunas solo a mediados de junio, dos meses más tarde que en Estados Unidos, y muchos todavía están esperando una segunda dosis. Esas segundas inyecciones se han vuelto más cruciales a medida que delta se extiende porque, en algunos casos, la variante supera la protección de las primeras dosis.

En un estudio publicado en la revista Nature la semana pasada, solo alrededor del diez por ciento de las muestras de sangre de personas que recibieron una dosis de las vacunas AstraZeneca o Pfizer-BioNtech pudieron neutralizar la variante delta, en comparación con el 95 por ciento de las que recibieron ambas dosis. (Sin embargo, otros estudios sugieren que una sola dosis es suficiente para prevenir las complicaciones graves y los fallecimientos).

Más del 90 por ciento de las personas mayores de 55 años están completamente vacunadas en Gran Bretaña. Eso no ha mitigado completamente el número de víctimas en los hospitales tras la propagación de la variante delta: la entrada de pacientes a los hospitales ha comenzado a aumentar tan rápido como los casos en los últimos días, un recordatorio de que inevitablemente algunas infecciones todavía derivan en enfermedades graves. Pero la proporción de casos que conducen a hospitalizaciones es menor que en oleadas anteriores.

“La tendencia de transmisión real está muy concentrada en la población no vacunada, que en el Reino Unido es casi toda la gente joven”, dijo Jeffrey Barrett, quien dirige la iniciativa de secuenciación del coronavirus en el Instituto Wellcome Sanger. “Tienes casos, pero no suelen enfermarse con gravedad”.

En Estados Unidos, algunos estados ya están registrando un aumento en las hospitalizaciones. Incluso si esas cifras siguen siendo pequeñas en comparación con las del invierno pasado, podrían desbordar los hospitales en estados como Oregón, que ya están en su máxima capacidad por otros factores, como la ola de calor.

“Realmente no tenemos un gran margen de error”, dijo Brian O’Roak, genetista de la Universidad de Ciencias y Salud de Oregón en Portland. “Si vemos un aumento fuerte en las hospitalizaciones, volveremos a estar en el mismo punto en el que estábamos durante el último aumento”.