Hace tiempo, también en tiempos electorales, cuando el PRI era la aplanadora, nos convocaron a rueda de prensa de un candidato cuyo nombre me voy a reservar porque ya emprendió el camino eterno. Me extrañó ver en el presídium a varios ex jugadores. “¿Y ustedes que pitos tocan?”, les dijo un amigo reportero. “Venimos a apoyar al candidato”. Posteriormente, en la sesión de preguntas y respuestas cuestioné al político. Le dije: “no le da vergüenza usar la necesidad de estos jugadores para su cuestionable causa”. Enojado, me dijo que no, el desvergonzado.
Los ex jugadores se enojaron conmigo porque tal sujeto era una esperanza de chamba. En la actualidad no es la excepción. Los ex futbolistas son usados por los políticos para ganar elecciones, se aprovechan de su popularidad, aunque, en muchos de los casos, consiguen su propósito y enseguida les dan una patada en el trasero. Aquí el ejemplo de algunas de las postulaciones.
Redes Sociales Progresistas, apuesta por luchadores y boxeadores como Tinieblas Jr. Carístico, Blue Demon Jr. Vanessa Zambotti, Mariana “La Barbie” Juárez. Morena: va con José Luis Sánchez Sola Chelis. Entrenador, comentarista, joyero y un gran arraigo popular tiene el Chelis, precandidato a ocupar una diputación en su querida Puebla. Movimiento Ciudadano con Adolfo Ríos; ex portero de los Pumas, América y Necaxa y con varios años ya metido en la política, buscará la presidencia municipal de Querétaro. Encuentro Solidario con Adolfo “el Bofo” Bautista –un hombre de pocas palabras, pero asentado en Guadalajara– buscará la candidatura a diputado federal. Missael Espinoza, quien se ha dedicado a la promotoría de partidos de veteranos, activo entre los ex futbolistas, y un icono del León y Monterrey en los años ochenta, buscará la alcaldía de su natal Tepic, Nayarit. Sergio Amaury Ponce, de seleccionado nacional, jugador de Chivas y Toluca, buscará una diputación federal en Tepic. Francisco Javier Cruz, “El Abuelo”, va por una diputación en Nuevo León. Por Acción Nacional van el clavadista Rommel Pacheco como precandidato a diputado federal.
Es bien sabido que los ex deportistas no son garantía de una buena administración política. Ahí tienen los casos de Cuauhtémoc Blanco, considerado el peor gobernador de la actualidad: de Ana Guevara acusada de favoritismo, prepotencia y corrupción. En su tiempo, el ex marchista Raúl González tuvo una terrible gestión al frente de la Conade. Misma situación del ex futbolista Carlos Hermosillo. El peor de todos que pasó sin pena ni gloria en el congreso fue Jorge Kahwagi. Y así, consecuentemente. La popularidad del deporte solamente les sirve para ganar votos por eso los usan y abusan.
Por Raúl de la Cruz