Tras un año de crisis por el parón en la actividad industrial causado por la pandemia de coronavirus y el desplome del consumo, el sector automotriz sufre ahora con la escasez de semiconductores en el mercado, que vuelve a interrumpir la producción en las fábricas de América Latina y amenaza la esperada recuperación.
Para capear la crisis de oferta de chips, los grandes fabricantes mundiales han recurrido a cierres temporales o reducciones de turnos de trabajo, una estrategia que también ha afectado a los dos grandes productores de vehículos latinoamericanos, México y Brasil.