ANÁLISIS | Por qué la India puede comprar petróleo ruso y seguir siendo amiga de Estados Unidos – CNN en Español

(CNN) — Qué diferencia hacen unas pocas semanas. Apenas el mes pasado, la India estaba siendo criticada por Occidente por su relación con Rusia.

El país del sur de Asia no solo se negaba a condenar el brutal asalto de Moscú a Ucrania, sino que sus compras de petróleo ruso a precio reducido -decían los críticos- iban en contra de las sanciones destinadas a paralizar las finanzas del Kremlin.

Y la Casa Blanca dejaba claro su descontento, calificando a Nueva Delhi de “algo inestable” y hablando de su “decepción”.

Entonces, de repente, el tono de Occidente cambió. Cuando Biden se reunió con el primer ministro de la India, Narendra Modi este mes, todo fueron palmadas diplomáticas y frases hechas sobre “una profunda conexión entre nuestros pueblos” y “valores compartidos”. Este viernes, el líder británico Boris Johnson voló a Delhi para hablar de los lazos comerciales y posar para fotos disfrazadas, todo ello pasando por alto las “diferencias” con respecto a Rusia.

Sin embargo, la postura de la India respecto a Ucrania sigue siendo prácticamente la misma. Sigue comprando petróleo ruso barato -de hecho, ha comprado casi tanto en los primeros meses de 2022 como en todo el año 2021, según Reuters– y permanece callada ante la invasión de Moscú. El 7 de abril se abstuvo en una votación de la ONU para suspender a Rusia del Consejo de Derechos Humanos.

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Según los analistas, la India acaba de dar a Occidente una clase magistral de diplomacia internacional.

Dado que la India es vital para los esfuerzos de Estados Unidos por contrarrestar el ascenso de China -que Estados Unidos considera una amenaza aún mayor para la paz mundial que Rusia-, Occidente tenía que morderse la lengua.

O como dijo Harsh V. Pant, profesor de relaciones internacionales del King’s College de Londres, Estados Unidos se dio cuenta de que tenía que tratar a la India como un “nuevo socio al que hay que cortejar”.

¿Por qué la India es vital para Estados Unidos?

Tanto en Nueva Delhi como en Washington están cada vez más inquietos por el creciente poderío militar de China, sus agresivas reivindicaciones territoriales en tierra y mar, y su creciente influencia económica sobre sus vecinos más pequeños.

Bajo el mandato del presidente Xi Jinping, el ejército chino -el Ejército Popular de Liberación- ha crecido hasta contar con la mayor armada del mundo, aviones de combate furtivos tecnológicamente avanzados y un creciente arsenal de armas nucleares.

El ministro de Defensa indio, Rajnath Singh, el ministro de Asuntos Exteriores indio, Subrahmanyam Jaishankar, el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, y el secretario de Defensa estadounidense, Lloyd Austin, en una rueda de prensa en Washington el 11 de abril.

El ministro de Defensa de India, Rajnath Singh, el ministro de Asuntos Exteriores, Subrahmanyam Jaishankar, el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, y el secretario de Defensa estadounidense, Lloyd Austin, en una rueda de prensa en Washington el 11 de abril.

Parte del plan de Washington para contrarrestar esta situación consiste en la inclusión de la India -junto con Estados Unidos, Japón y Australia- en la agrupación de seguridad cada vez más activa conocida como la Cuadrilateral, dijo Pant, que también es jefe del Programa de Estudios Estratégicos de la Fundación de Investigación Observer en Nueva Delhi.

Mientras tanto, la India tiene sus propias preocupaciones con China. Los dos países han mantenido un enfrentamiento militar a lo largo de su frontera común con el Himalaya que se ha cobrado docenas de vidas en los últimos dos años. Y, en una ironía que no habrá pasado desapercibida para Washington, la India depende en gran medida de las armas rusas para equipar su ejército, incluso en el Himalaya.

Las preocupaciones compartidas sobre la agresión china quedaron claras tras la reunión Biden-Modi, cuando el secretario de Defensa estadounidense, Lloyd Austin, advirtió que China estaba tratando de “remodelar la región y el sistema internacional” y dijo que Estados Unidos y la India habían “identificado nuevas oportunidades para ampliar el alcance operativo de nuestros ejércitos”.

Fue una señal de que -independientemente de sus diferencias sobre Ucrania- los dos países tenían una profunda “comprensión de las posiciones del otro”, dijo Manoj Kewalramani, miembro de estudios sobre China en la Institución Takshashila de la India.

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Voces sobre China, silencio sobre la India

Estas preocupaciones ayudan a explicar por qué Washington sigue criticando el silencio de China sobre las acciones de Rusia en Ucrania, incluso cuando se calla sobre las de la India.

Superficialmente, al menos, la India y China parecen tener posiciones similares en la guerra de Ucrania. Ambas se han posicionado como espectadores neutrales -en lugar de oponentes declarados-, ambas han hecho un llamamiento a la paz y ambas se han negado a condenar la invasión directamente.

Y ambos tienen relaciones estratégicas con Rusia que no quieren poner en peligro.

El presidente de China, Xi Jinping, y el líder de Rusia, Vladimir Putin, declararon en febrero que su relación “no tiene límites”, mientras que, según algunas estimaciones, la India recibe más del 50 % de su equipamiento militar de Rusia.

El presidente chino Xi Jinping y el líder ruso Vladimir Putin revisan una guardia de honor militar fuera del Gran Salón del Pueblo en Beijing el 8 de junio de 2018.

El presidente chino Xi Jinping y el líder ruso Vladimir Putin revisan una guardia de honor militar fuera del Gran Salón del Pueblo en Beijing el 8 de junio de 2018.

Pero estas similitudes son solo superficiales. De hecho, hay “enormes diferencias”, según Kewalramani.

China ha criticado las sanciones occidentales y ha culpado repetidamente a Estados Unidos y a la OTAN del conflicto, repitiendo la opinión de Rusia de que la OTAN precipitó la crisis al expandirse hacia el este, dijo Kewalramani. Sus medios de comunicación estatales también han amplificado los argumentos y la desinformación rusa.

Por otro lado, la India se ha mantenido al margen de las críticas a la OTAN y parece estar dispuesta a restar importancia a sus diferencias con Estados Unidos. También ha habido sutiles cambios en la posición de la India a medida que la guerra ha ido avanzando.

Modi ha hablado con el presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, mientras que los dirigentes chinos no lo han hecho, señaló Li Mingjiang, profesor asociado de relaciones internacionales en la Escuela de Estudios Internacionales S. Rajaratnam de la Universidad Tecnológica de Nanyang, en Singapur. India también ha sido más dura en sus críticas a los supuestos crímenes de guerra rusos, dijo Li.

Este mes, el embajador de la India ante las Naciones Unidas calificó los asesinatos de civiles en Bucha de “profundamente preocupantes”, condenándolos y pidiendo una investigación abierta.

El embajador chino Zhang Jun, por su parte, dijo que las muertes eran “profundamente preocupantes”, pero se abstuvo de atribuir la culpa e instó a “todas las partes” a “evitar acusaciones infundadas”.

Es significativo que, tras las conversaciones entre Biden y Modi, el secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, destacara la condena de la India a la “matanza de civiles en Ucrania” y su prestación de “ayuda humanitaria al pueblo ucraniano”.

Una relación complicada

Es posible que EE.UU. también reconozca que la relación de la India con Rusia ha seguido históricamente un curso muy diferente al de Occidente. Blinken señaló que los lazos de la India con Rusia se habían “desarrollado durante décadas, en un momento en que Estados Unidos no podía ser un socio de la India”.

Eso parecía ser una referencia a la Guerra Fría entre Estados Unidos y la URSS, durante la cual la India era oficialmente no alineada. Sin embargo, la India comenzó a inclinarse hacia la URSS en la década de 1970, cuando Estados Unidos empezó a proporcionar ayuda militar y financiera a su vecino, Pakistán.

El presidente ruso Vladimir Putin se reúne con el primer ministro indio Narendra Modi en la Casa de Hyderabad en Nueva Delhi, el 6 de diciembre de 2021.

El presidente de Rusia, Vladimir Putin, se reúne con el primer ministro indio Narendra Modi en la Casa de Hyderabad en Nueva Delhi, el 6 de diciembre de 2021.

Fue entonces cuando Rusia comenzó a proporcionar armas a la India, y la India sigue dependiendo en gran medida de Rusia para el equipo militar hasta el día de hoy.

En 2018, la India firmó un acuerdo de armas con Rusia por valor de US$ 5.000 millones para un sistema de misiles de defensa aérea, a pesar de que el acuerdo lo pone potencialmente en el punto de mira de la Ley de Contrarrestar a los Adversarios de Estados Unidos a través de Sanciones de Washington, una ley federal aprobada en 2017 que impuso nuevas sanciones a Irán, Rusia y Corea del Norte.

La dependencia de la India con las armas rusas limita su capacidad para denunciar las acciones de Moscú en Ucrania. Cuando Putin visitó Delhi el pasado diciembre, Modi llegó a llamar a Putin “querido amigo”.

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“Cortejado por todos los lados”

Todo esto ha llevado a una posición en la que la India está siendo “cortejada por todas las partes”, dijo Pant.

Moscú sigue estando de acuerdo y sigue deseando vender a la India petróleo con descuento. El ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, incluso se reunió con su homólogo en Delhi este mes y elogió a la India por no considerar la guerra de Ucrania “de forma unilateral”.

Y en el otro lado también está Occidente, cuyos lazos se han estrechado cada vez más desde la elección de Modi en 2014. El comercio anual entre la India y Estados Unidos supera los US$ 110.000 millones, frente al comercio de la India con Rusia, que asciende a unos US$ 8.000 millones. En los últimos años, la India también se ha convertido en un importante cliente de equipamiento militar estadounidense.

Aun así, en la reunión de Biden con Modi siguió habiendo un atisbo de inquietud. El presidente de EE.UU. instó a su homólogo indio a no incrementar el uso de petróleo ruso por parte de su país, ofreciendo en cambio ayudarle a adquirir petróleo de otros lugares. India, que importa el 80 % de sus necesidades de petróleo, no obtiene más del 3 % de Rusia.

Así que parece que la India ha logrado un impresionante acto de equilibrio.

“En realidad, la India sale muy fortalecida de esta crisis”, dijo Pant. “Y eso es toda una hazaña en realidad”.

Manveena Suri y Hannah Ritchie de CNN contribuyeron a este análisis.